viernes, 26 de febrero de 2010

jueves, 25 de febrero de 2010

Tio Fernando en Filipinas

Qué blanquitos todos. Quizá las únicas vocaciones que pudieron "sembrar" fue en esos países de ultramar.

Dn. Emilio, Dn. Nazario y Dn. Luisfelipe



En Guardo: Emilio Fernández Fernández, médico-dentista, Nazario Izquierdo martín, médico de cabecera y Luis de Felipe, a quien llamaban Luisfelipe, facultativo de minas

Cantamisa del padre Quirino Fernández Fernández O.S.A.

Lo de cantamisa lo pone en la parte trasera de la fotografía. Gracias a la entrevista de papá sé que estudió historia de la iglesia en Roma, que murió en 1984 a los 63 años. ¡Dios, qué joven! Papá lo atribuye al tabaco, así que Elena, mira lo que nos espera.

Entrevista en la revista Quinqué

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Entrevista QUINQUE 16. Pag. 26 y 27

Emilio Fernández, más conocido entre nosotros como Dn, Emilio, es un paisano de nuestro pueblo, que sin ser originario del mismo, tiene profundas raíces entre nosotros. Por haber vivido en Guardo y entre nosotros más de 45 años. Por su quehacer personal y profesional, vemos que tiene cabida en esta sección que reservamos a personas “populares” reconocidas y queridas de nuestro entorno


D. Emilio, le hemos presentado como un paisano de Guardo, sino de hecho, de derecho por los años que lleva entre nosotros. Vd ¿cómo se siente o mejor dicho de dónde se siente?
En primer lugar agradecer la oportunidad que se me brinda desde la Revista Quinqué, de la que tengo todos los números y que a mi entender recoge de una manera viva el sentir de un pueblo.
En cuanto a la pregunta que se me hace, Guardo es para mí algo entrañable, ya que he vivido aquí casi medio siglo. Por los años vividos y por la forma de hacerlo, me siento un Guardense más, sintiendo los múltiples problemas, y por supuesto, las satisfacciones, que también las ha habido, que afectan y han afectado a esta población.

De sus primeros años en Guardo, ¿qué recuerdos tiene?.
Recuerdos muchos y a todos los niveles, desde el aspecto de la localidad en aquellos primeros años (casas de adobe, calles sin asfaltar ...) a las actividades que en aquel momento estaban en marcha: Explosivos, la Central Térmica que comenzaba su construcción, o la finalización de las obras del pantano. Todo ello hacia que Guardo fuese un pueblo en ebullición, con una población muy crecida y un intercambio abundante de gentes, que hacia que nadie se sintiese extraño, a pesar de no ser de aquí.
Recuerdo los duros inviernos, cuando los mineros iban en camionetas descubiertas a trabajar, adosados unos a otros para "paliar" el riguroso frío, y sus caras, cuando volvían, totalmente negras, en las que sólo se dibujaba su boca y sus ojos.
Como médico de cabecera que fui, recuerdo las enfermedades que de aquellos tiempos se derivaban, no hay que olvidar que las condiciones y la calidad de vida, de aquel entonces, eran infinitamente peores que las actuales. La medicina, en aquellos años, era difícil de ejercer, pero muy entrañable y enriquecedora por la gran compenetración existente entre médico y paciente.
Desde aquí vaya mi recuerdo para D. Rafael del Val Rojo, D. Celso Pastor Soto y D. Nazario Izquierdo Martín, compañeros y amigos en aquellos difíciles tiempos.

¿Cuál es su recuerdo más entrañable.
Quizás mis recuerdos más entrañables sean aquellos que aquellos que van unidos a la riqueza de una convivencia personal y estrecha con la gente. Una convivencia que me llevó a ser participe activo en la creación y ubicación del primer Instituto de Segunda Enseñanza en Guardo.
Mi inquietud personal, herencia de mi madre, hacia la formación cultural como aspecto prioritario de la vida, hizo que en mi etapa como Concejal del Ayto de Guardo, luchase, junto al resto de la Corporación, por dotar a Guardo de un centro educativo. Sin duda, el mejor legado para un pueblo.
También conocí que carecíamos de la historia de Guardo, y logré que podamos conocerla a través del documentado libro "El Señorío de Guardo", del P. Quirino Fernández O.S.A que se escribió a mis reiteradas peticiones y que ya va en su segunda edición.

Es un privilegio para nosotros poder explicar, leer y contar la historia de Guardo, gracias a la investigación que realizó Quirino Fernández. ¿Qué nos puedes decir de su trayectoria humana y personal?
En primer lugar diré que era mi hermano, religioso de la Orden Sacerdotal Agustiniana, licenciado en la historia de la iglesia, en Roma. Estuvo entre otros sitios en Perú de profesor, su salud siempre fue .precaria debido al tabaco y murió en 1984 a los 63 años. Demostró mucho interés por Guardo y trabajó intensamente, investigando el ayer de este pueblo. Tuvo intención de publicar otro libro, mpliación del "Señorío de Guardo", pero no pudo ser por su enfermedad y posterior muerte. Fue una gran satisfacción el haber aportado a Guardo un conocimiento de su historia, de la que carecíamos de datos, yo se lo pedí, en varias ocasiones, ya que no existía ninguna documentación ni conocimiento del pasado de Guardo y agradezco profundamente la dedicatoria que se me hace en este libro "Señorío de Guardo".

¿Qué le ha aportado el vivir y desarrollar su actividad profesional y personal en el mismo municipio, en este caso, Guardo?
Vivir todos estos años en un compaginar de mi actividad profesional de médico y mi convivencia con todo el mundo, me ha permitido realizarme como persona, satisfecho de ejercer una de las grandes profesiones humanitarias, con personas trabajadoras. Este enriquecimiento humano que me han dado las personas con las que he tratado me ha llevado al convencimiento de que se puede ser feliz y realizarse sin vivir en grandes urbes, sin necesidad de grandes pompas y boato y sin lucimiento externo, que nunca he necesitado, pues la inteligencia y la bondad se pueden encontrar en cualquier parte.

Nosotros creemos que cuando menos implica un mayor compromiso ¿está de acuerdo?
Desde luego una convivencia tan prolongada y desde un espacio como es la Sanidad, donde el papel de médico era visto y sentido como una gran responsabilidad y cierta "autoridad", te implica tanto a nivel personal como profesional, un modo de ser y actuar. Te obliga a ser mejor persona, o por lo menos, a intentarlo, sin pretender, ni mucho menos, ser ejemplo, hay que procurar no ser un mal ejemplo. Mi formación, de la que destaco la semilla humanista, me ha ayudado a hacer de la naturalidad y la sencillez, mi bastón de apoyo a lo largo de mi vida.

Ha sido testigo de la evolución que el pueblo ha tenido. ¿Qué destacaría de la misma?¿qué cree que hemos ganadoy/o perdido en el camino?
Lógicamente esta larga convivencia querida por mí y no impuesta por ninguna circunstancia, ha hecho que viva y haya vivido intensamente los problemas de este pueblo, como lo es ahora la disminución de los puestos de trabajo con todas sus consecuencias. Encendamos una lucecita de esperanza.
En 1973 tuvo lugar en Guardo un Congreso nacional de la Antracita en el que se señalaba que las minas estaban abocadas al cierre por las condiciones de explotación. A finales de año vino la crisis del petróleo y aunque disminuidas, aquí las tenemos. Con la entrada en el Mercado Común Europeo se proyectó su cierre para el 2005 y, muy recientemente, se ha acordado proyectar su explotación hasta el 2010. El gran cambio mundial que se espera después de los atentados del 11 de Septiembre en Nueva York y Washington, ¿no puede también influir en que estas minas prolonguen su vida como fuente de energía propia de reserva ante posibles eventos?

Como profesional de la salud que ha sido. ¿Qué opinión le merece el papel que ha ido adquiriendo la salud bucal, desde sus comienzos hasta nuestros días?
En este campo ha habido una gran evolución. Antes la medicina bucal se limitaba a extraer y poner. Ahora es una medicina más conservadora y preventiva. El gran avance llegó, sin duda, con la generalización del uso de la anestesia, como factor de disminución del dolor.
El gran cambio actual acontecido en estos años y el aumento de las posibilidades económicas ha hecho que la Salud Bucal sea considerada ,por todos, como un bien en sí misma.

¿Y del papel del dentista?
Por supuesto que también ha avanzado. Partiendo de los medios con los que se cuenta. Recuerdo mi primera etapa y mi formación, donde trabajábamos con tornos, hasta que llegó el motor. Este avance en el material y la perfección de la anestesia, como antes he dicho, han ayudado mucho al profesional, que ha salvaguardado siempre esa formación humanista, que ha ayudado a desenvolverse en el dolor.

Quizás, el dentista, sigue siendo uno de los profesionales que más "impone", tanto a niños como ha mayores ¿ a qué cree que es debido?
Yo creo que en ello influye mucho la proximidad de los instrumentos, y por supuesto, el hecho de que la boca es un lugar muy sensible. El miedo es más psicológico que físico, hoy en día muy influenciado por los prejuicios, de ahí la necesidad de una verdadera compenetración y complicidad entre paciente y médico con diálogo y empatía.

Oímos decir a los padres que ahora los chicos salen con la dentadura más defectuosa que antes, ¿es usted partidario de esta opinión?
No creo que haya más malformaciones bucales. Sí creo que hoy en día, hay una mayor educación sobre la salud en general y la boca en particular. Ha subido el nivel cultural y paralelamente el nivel económico. Ello unido al gran valor que en nuestra sociedad actual se le da a la imagen y a la estética, hace que haya una mayor sensibilidad en este sentido.

¿Cómo valora el tratamiento que hace la Seguridad Social hacia este tema?.
Creo que la Salud bucal es la gran asignatura pendiente de la Seguridad Social, pero también creo que nunca la va a asumir en su totalidad, por el elevado coste que supondría. El trabajo que la Seguridad Social en estos momentos está realizando en este campo, es el de la prevención, sin duda, importantísimo, a través de los sellados, fluoraciones y las campañas de higiene bucal, y es de desear que la amplíe también en lo que pueda a ciertos tratamientos curativos.

jueves, 11 de febrero de 2010

Montando a un tremendo percherón

Esta es fantástica. Al verla subida a un caballo, ahora recuerdo una anécdota que siempre nos contó y fue que un rayo, que cayó en Quintanas, recorrió todo el pueblo, tiró a un hombre al suelo, mató a un caballo y a ella, que debía estar tocando algo metálico en una una valla, le hizo una cicatriz debajo de la rodilla en forma de triángulo.
Lo que sí sé es que nunca le gustaron los animales mucho, no sé si por venir de un pueblo y odiar a las moscas. Y es curioso, porque abuelito tenía una finca en producción, La Reguera, donde se criaron ovejas, vacas, algún caballo y supongo que burros; gallinas, pavos, palomas, conejos y hasta varios pavos reales, que eran el capcricho abuelita Visita.
Me fascinaban aquellas plumas de pavos reales iridiscentes en cada jarrón de la subida de las escaleras de la casa de abuelito y también de la Reguera cuando en invierno no había flores.

Vestida para posar


Mamá en el jardín de abuelito con el porche que estaba recubierto de baldosines antiguos pintados a mano detrás. Recuerdo ese chal que era de lana y de colores azules y vivos. La falda era de lana muy gorda roja con franjas negras como si fuera de algun traje regional y estuvo mucho tiempo en el desván. Lástima los destrozos que hicimos en los trajes antiguos de abuelita y aquellas preciosas camisas cuando subíamos al desván y jugábamos con todo y cortábamos todo. Y mamá, tan desprendida siempre nunca nos riñó por hacerlo. Y parece que siempre le gustó vestirse para posar, como a nosotras de jóvenes.

Tres solteritas ¿o no?

En el centro mamá y a la derecha tia Chuchi (Agustina Mendicouague) Tres mujeres elegantes con sus guantes y sombreros y privilegiadas en un entorno rural. El chal de mamá es una preciosidad. Tia Chuchi tan sobria y elegante como siempre.

Vaya, estoy reorganiando las etiquetas y me dice Isabel Presa que tia Chuchi dice qe no es ella la de la derecha que es una amiga que se llamaba Pilarín. Para que conste

Otro baile

Qué bonitos los chales y que flamencas las dos con su flor en el pelo. Nunca he visto a papá mirar con gesto tan cuidadoso y protector a mamá.

Coches

Creo que se trata del “cua cua” El famoso Renault cuatro-cuatro y lo que es evidente es que se trata de las montañas de León o Palencia. Lo que si recuerdo es haber visto los papeles de ese coche, que por cierto no encuentro y tenia matricula de León. Fue comprado de segunda mano y venia un requisito para que la guardia civil pudiera requisarlo en caso de guerra.
Tasi me contó como viajaba con su moto ISO a Riaño y por Monteviejo iba cantando para no sentirse tan solo. También se metía periódicos del frío tan intenso que debía pasar. “Que gran trabajador”, por la mañana en Guardo, después a Riaño y mas adelante a Cervera de Pisuerga y a Cervera con su ayudante Consuelo que estuvo 4 años Consuelo se casó un 21 de mayo y Tasi se quedo con mi hermana Ines pues fuimos todas a la boda. Después empezó a trabajar Tasi con 21años en 1967. “Tu padre trabajó siempre como un desgraciado” dice Tasi, que es lo mismo que le oímos todas a él cientos de veces.
Esta parece sacada en los altos de Villalba con los pinares al fondo
Esta parece sacada en el jardín de abuelito (Macario Presa Llamazares) Era un jardín tipo francés, de suelo de cemento y parterres rectangulares grandes y uno central redondo. Llevaban una bordura de boj dentro del borde de cemento. Por eso creo que seria allí, aparte de que quizá lo del fondo a la izada sea el lilo que había sobre el pozo.
No sé si no sería el Dauphine verde de tío Ernesto que según me contó Tasi, las llevó una vez a Villaverde de Arcayos a Marta, Martina, Tasi y mamá desde Quintanas. Era para ver a papá, así que quizá estuviera soltero en la foto pues no sé si es Camino o Carmen la que tiene en brazos. Aunque también se me parece a Rocío.
Lo de Quintanas, porque a Quintana de Rueda, que es el nombre oficial de este pueblo de León, siempre lo llamamos Quitanas de pequeñas y la gente del pueblo lo llamaba así.








Esta era la cartilla para el requise militar de vehículos. Son del cua cuá.










miércoles, 10 de febrero de 2010

Introducción al blog

Dn Emilio Fernández Fernández Fernández Oveja.
Eso lo recuerdo porque de pequeñas repetimos hasta la saciedad lo de los 3 Fernández.
Falleció el 17 agosto de 2002 a los 79 años. Nació el 22 de Mayo de 1923
Parece increíble que pueda datar tan pocas cosas sobre la vida de mi padre, pero es que realmente recuerdo muy mal las fechas. Siempre las aparté en un lado de la mente confiada en que de mayor no tendría que memorizas porque una “computadora” como lo llamaba yo entonces, lo memorizaría todo. Y aquí me encuentro precisamente para que las computadoras, o sea Internet y el futuro tenga un pequeño recuerdo de mi padre, pues si no estás en la red no existes.
Espero que todo el que lea estas páginas y tenga datos, comentarios, fotos, anécdotas o recuerdos, lo añada por favor, para poder hacer un retrato lo más variopinto posible.

Sé que nació en Corcos, un pequeño pueblo de León pedanía del Ayuntamiento de Cebanico situado en medio de un bosque de roble el 22 de Mayo de 1923, hijo de Eulalia Fernández Oveja, maestra nacional y de Fidencio Fernández Fernández, agricultor. Sus abuelos eran Baltasara y Florencio según me contó Margarita, prima carnal e hija de tía Rafaela, la única hermana de abuelita a la que oí nombrar. No sé siquiera si mi abuela tuvo más hermanos.

Los hermanos son y eran por orden de edad: Primitivo, Fernando, Quirino, Emilio, Domiciano y Maximiliano.
Siempre recuerdo oír a mi padre decir antes de morir que estaban vivos los que habían dejado de fumar. Era cuando habían fallecido tío Quirino y tío Fernando que aunque este último había dejado el tabaco, fue bastante tarde. Los que siguen vivos son tío Primi, tío Maxi (con la memoria muy deteriorada) y tío Domi a fecha de febrero de 2010.
Recuerdo de pequeña citar todos los nombres y decir que sólo se salvaban tío Fernando y papá de lo feos que eran los demás nombres. Papá siempre bromeaba con que su madre les ponía el día del santo en que habían nacido y que menos mal que estaba Emilio el mismo día, pues era el de Santa Rita y si no le hubiera tocado llamarse Rito. Mucho nos reímos con lo de Rito.
Empezaré por abuelita y luego iré dedicando una etiqueta a cada uno de los hermanos, a los cuñados, a mi madre Carmen Presa Piñán y su familia y a la familia de Taxi y Lola la familia Rojo Fernández que tan unida ha estado a la nuestra. Quizá dedique etiquetas a sus hijas carmen Ana Elena Rocio e Inés, pero como son mis hermanas, creo que me quedaré en las anécdotas que tengan que ver con mi padre y en todo caso hablaré de mi vida pues ellas tienen tiempo de hablar de la suya propia.